El nacimiento del rinoceronte
Fue en Velázquez, donde ve la luz por primera vez el ya famoso rinoceronte dorado (diseñado por la firma madrileña) convirtiéndose en icono indiscutible de la marca Salvaje. Colgado del techo con sogas como si estuviese en un muelle de carga presenciando el desembalaje de una pieza de arte abandonada en el tiempo, despierta de su letargo su gran protagonista dando vida así al fenómeno Salvaje.
12.000 kg de piedra extraída directamente de las minas a cielo abierto de Calatorao (Zaragoza) dan vida a una gran barra central que articula todo el espacio.
Espejos de pinchos que generan profundidad de campo visual, paneles decorativos hechos con cueros y telares, jaulas para contener a las bestias de la noche y un mobiliario peludo hecho totalmente ad-hoc para terminar de vestir este espacio tan singular, son algunos de los rasgos que definen este nuevo estilo que llegó a Madrid en 2019.